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  4. Hierbas aromáticas, frutas y hortalizas
  5. El calabacín

Características

El calabacín

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Cuidados

Riego:
mucho
Luz:
Sol
Esfuerzo de cuidado:
Bajo

Periodo de cosecha

Características

Donde plantar:
Parterres, macizos
Altura planta:
50 a 60 cm
Color de la flor:
Amarillo dorado a naranja, algunas veces con rayas

Plantar adecuadamente

Cultivo del calabacín

Espacio destinado a su cultivo:

El calabacín (Cucurbita pepo var. Giromontiina) pertenece a la familia Cucurbitaceae y es una especie autóctona de Europa meridional, razón por la cual esta hortaliza se desarrolla mejor en hábitats cálidos y soleados resguardados del viento. Los suelos mullidos y ricos en nutrientes son favorables para el calabacín, ya que es una planta sumamente extractora de nutrientes. Prepara un bancal en el jardín, preferiblemente antes de plantar, y agrega cuerno triturado y polvo de huesos, o un compost casero.

Cultivo:

Antes de sembrar el calabacín, recuerda que es una planta anual, al igual que las calabazas de verano, y que al crecer ocupa mucho espacio. Por lo tanto, es mejor evitar sembrar demasiadas semillas. A partir de principios de abril, las plántulas se pueden cultivar en potes en un invernadero o en el alféizar soleado de una ventana. Siempre siembra entre 2 a 3 semillas por hoyo, a una profundidad de 2,5 cm. Al emerger las plántulas, conserva únicamente las más robustas.

Colocación de las plantas:

Las variedades que producen calabacines más pequeños se pueden plantar en el jardín a mediados de mayo, después de los santos del hielo, siempre que no haya riesgo de heladas. Es fundamental dejar suficiente espacio —entre 80 y 100 cm— entre las plántulas. Si no dispones del espacio suficiente en el bancal, puedes cultivar directamente tus calabacines en cajoneras de cultivo en un balcón o en una terraza. No obstante, es necesario plantar dos ejemplares el uno al lado del otro para posibilitar la polinización cruzada.

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Quotemark

Protege tus cosechas

Como medida preventiva, instala una barrera antibabosas, ya que los calabacines constituyen un verdadero banquete para estos gasterópodos.

RENE WADAS, botánico

Cuidar adecuadamente

Cuidados del calabacín

Riego:

Dado que el calabacín está compuesto principalmente de agua, la falta de este líquido puede dar lugar a una rápida deformación de los frutos, los cuales desarrollarán un gusto amargo. A partir de la formación de los frutos, riega con esmero por la mañana y al atardecer. Por otro lado, es necesario mullir frecuentemente el suelo para que los frutos más cercanos a este no se pudran, algo que puede ocurrir con rapidez. Para evitar este problema, es aconsejable cubrir el suelo con paja o césped cortado y seco sobre las plantas.

Fertilización:

Son pocas las hortalizas que producen tanta cantidad de frutos sabrosos como el calabacín cuando se fertiliza debidamente. El rápido crecimiento de esta planta sumamente extractora de nutrientes obliga a aplicar un biofertilizante o un fertilizante mineral. Utiliza un abono natural a base de guano o un fertilizante universal de liberación sostenida, por ejemplo, la lana de carnero.

Cosecha:

Cuando los frutos alcanzan un tamaño de entre 15 y 20 cm, se sabe que ha llegado el momento de la cosecha. Gira los frutos para desprenderlos de la planta o corta directamente el pedúnculo. Si el calabacín continúa su crecimiento tras haber alcanzado el tamaño antes indicado, irá perdiendo progresivamente su sabor. Con una cosecha regular y anticipada, la planta produce rápidamente nuevas flores que darán origen a nuevos frutos.

Nuestro CONSEJO

El calabacín se puede preparar de diversas maneras. Incluso las flores amarillas son comestibles. Por ejemplo, rellenas de requesón y con queso parmesano; fritas e incluso horneadas.

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