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Características

Los canónigos

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Cuidados

Riego:
poco
Luz:
Sol
Esfuerzo de cuidado:
Bajo

Periodo de cosecha

Características

Donde plantar:
Huerto, Mesa de cultivo, Cajonera
Altura planta:
5 - 15 cm
Color de la flor:
Blanco

Plantar adecuadamente

Cultivo de los canónigos

Cultivo de canónigos: por qué es recomendable

Cultivar canónigos es una excelente opción por varias razones: en primer lugar, esta hortaliza de hoja verde es increíblemente fácil de cultivar; en segundo lugar, es una de las pocas que se pueden cosechar en otoño e invierno; y en tercer lugar, se sabe que es muy saludable. Esta lechuga de invierno, con su delicioso y distintivo sabor a nuez, está repleta de vitamina C y minerales esenciales como calcio y hierro. También es una buena fuente de ácido fólico, el cual se cree que beneficia al bebé durante el embarazo. Los canónigos son muy versátiles en la cocina y se pueden utilizar en una amplia variedad de platos. En Internet, puedes encontrar numerosas recetas sofisticadas para todos los gustos: desde servirlos como una guarnición crujiente con aderezos aromáticos, hasta preparar ensaladas afrutadas con granada o naranja, o combinarlos en ensaladas con nueces tostadas, queso de cabra y trozos de tocino. También puedes añadirlos a batidos verdes para obtener un impulso de vitaminas durante el invierno. Además, no hace falta tener un jardín para cultivar tus propios canónigos. Incluso si solo dispones de un balcón o una mesa de cultivo, puedes cultivar tus propios canónigos y cosecharlos sin problemas durante el invierno.

Espacio destinado a su cultivo:

Los canónigos son plantas poco exigentes que crecen fácilmente en casi cualquier huerto soleado o semisombreado. En su estado silvestre, suelen encontrarse en laderas soleadas. Prefieren suelos ricos en humus y con un pH calcáreo, libres de malas hierbas. Además de prosperar en parterres de jardín, también se desarrollan bien en mesas de cultivo o cajoneras en balcones luminosos.

Los canónigos no presentan complicaciones en cuanto a la rotación de cultivos y suelen llevarse bien con una amplia variedad de hortalizas. Por ejemplo, puedes plantar canónigos junto a verduras de hojas verdes ideales para el invierno como la col rizada, la cebolleta, las espinacas o los rábanos. Si quieres saber más sobre hortalizas de invierno, te recomendamos consultar el artículo "Cultivos de invierno: cómo maximizar tu huerto cuando llega el frío".

Siembra:

Los canónigos (Valerianella locusta) son ideales como cultivo intermedio una vez que el huerto ha sido cosechado por primera vez. Sin embargo, para lograrlo con éxito, es necesario que las temperaturas hayan descendido por debajo de los 20 grados, de lo contrario, las plantas podrían germinar de manera deficiente. Si deseas cosechar durante el invierno, lo mejor es comenzar a sembrar en septiembre, o incluso a principios de octubre si las temperaturas se mantienen suaves. Generalmente, no se recomienda sembrar más tarde. Aunque los canónigos prosperan mejor con temperaturas inferiores a los 20 grados, si hace demasiado frío, su crecimiento y desarrollo puede disminuir. En el peor de los casos, podrías tener que esperar hasta la primavera para cosechar. Si decides sembrar más tarde en la temporada, asegúrate de elegir una variedad menos susceptible a las heladas. Algunas de las variedades más resistentes son "Vit"y "Valentin".

Cómo sembrar canónigos:

Cultivo al aire libre:

  1. Haz un surco de unos dos centímetros de profundidad siguiendo un cordón de plantación. La distancia entre las hileras debe ser de diez a quince centímetros.
  2. Siembra las semillas en el surco y cúbrelas con tierra.
  3. Para compactar la tierra, presiónala ligeramente con una tabla o con los pies.
  4. Riega los parterres y asegúrate de que se mantengan húmedos durante toda la fase de germinación, pero sin llegar a encharcarlos.

Como alternativa, puedes sembrar las semillas a lo ancho del lecho. Solo asegúrate de que la zona esté libre de malas hierbas para evitar confusiones al desmalezar. Si eliges este método para sembrar canónigos, verifica que las plantas tengan suficiente espacio en el arriate. Si están demasiado juntas, las hojas no se desarrollarán bien y las hojas se pondrán amarillas. En ese caso, retira algunas plantas para darles más espacio.

Cultivo en maceta:

  1. Llena una cajonera de balcón con el substrato COMPO BIO Substrato Semilleros y plantas aromáticas sin turba. Cualquier cajonera con agujeros de drenaje es adecuada, preferiblemente una que no sea demasiado profunda. 
  2. Haz un surco de unos dos centímetros de profundidad en el substrato.
  3. Esparce las semillas en el surco y cúbrelas con tierra. Presiona ligeramente el substrato.
  4. Luego, riega y mantén el substrato húmedo, pero sin excederte, especialmente durante la germinación.

El periodo de germinación de los canónigos es de diez a catorce días, y están listos para la cosecha en unas diez semanas.

Cultivo en una mesa de cultivo: 

Si disfrutas de cultivar tus propios alimentos, puedes sembrar canónigos no solo en el jardín, sino también en mesas de cultivo. Durante el otoño e invierno, cuando ya ha finalizado la temporada de cosecha de verano, son una excelente opción como cultivo secundario en estas mesas. Las mismas reglas que se aplican al cultivo al aire libre o en macetas son válidas aquí también. Asegúrate especialmente de dejar suficiente espacio al sembrar.

Cuidar adecuadamente

Cuidados de los canónigos

¿Qué hay que tener en cuenta con los canónigos? – 3 consejos

Los canónigos no tienen muchos requisitos y son muy fáciles de cuidar. Sin embargo, debes seguir estos tres consejos de cuidado para que tengas una la cosecha exitosa:

1. Riego:
Antes de sembrar, asegúrate de regar bien el substrato y manténlo húmedo en todo momento después de la siembra. Durante las primeras tres semanas de germinación, es crucial que la semilla no se seque en absoluto. Un velo de jardinería puede ayudar a evitar que el agua de riego se evapore rápido. Después de este período inicial, los canónigos solo necesitan ser regados ocasionalmente, dependiendo del clima. Sin embargo, es importante no excederse con el riego, ya que un exceso de humedad puede propiciar la propagación de enfermedades fúngicas.

2. Fertilización:
Para promover el crecimiento de los canónigos, que son plantas de crecimiento lento y requieren pocos nutrientes, es ideal utilizar un abono líquido suave. Por ejemplo, COMPO BIO Fertilizante Huerto y Frutales es una excelente opción. Esto se debe a que, aunque los canónigos no se clasifican oficialmente como plantas de ensalada, sino más bien como hierbas que solían considerarse malezas comunes, aún así pueden beneficiarse del abono. Se sugiere abonar aproximadamente una vez a la semana desde marzo hasta octubre.

3. Poda:
Junto con el riego y la fertilización adecuados, eliminar las malas hierbas es una de las medidas de cuidado más importantes para el canónigo. Para que la lechuga se desarrolle bien y no sea invadida por las malas hierbas, es importante eliminarlas regularmente del huerto. De esta manera, nada impedirá tu cosecha abundante.

Cosechar canónigos: ¿Cuál es su temporada y cómo se recolectan?

Los canónigos, clásicos de otoño e invierno, se pueden cosechar entre octubre y marzo. Después, cuando comienza a hacer demasiado calor y la planta se seca, empieza a brotar y florecer. Aunque las flores, hojas, tallos e incluso las semillas siguen siendo comestibles, su sabor se vuelve más amargo con el tiempo. Por eso, es mejor cosechar los canónigos a tiempo, cuando son perfectos para una ensalada de invierno clásica.

¿Cómo se cosecha el canónigo de la mejor manera? Corta las rosetas justo por encima de las raíces con un cuchillo o unas tijeras de cocina. De esta manera, nuevas hojas crecerán y podrás disfrutar de muchas ensaladas frescas durante la temporada. Lava muy bien las hojas antes de preparar la ensalada, ya que a menudo quedan restos de tierra persistentes especialmente en la base de las raíces. Si alguna vez arrancas una roseta con las raíces por accidente, corta las raíces antes de consumirla. Si buscas una alternativa que sea más fácil de limpiar, la lechuga del minero (Claytona perfoliata) podría ser más adecuada para ti.

Lo ideal es disfrutar los canónigos directamente el día de la cosecha, cuando están crujientes y tienen un sabor fresco y a nuez. Si has cosechado más de lo necesario, puedes guardar los canónigos envueltos en un paño de cocina húmedo en el refrigerador. Se conservarán durante algunos días en el cajón de las verduras, por lo general entre dos y tres días. Sin embargo, es probable que ya no estén tan crujientes y algunas hojas puedan marchitarse. Si notas un olor desagradable en los canónigos después de guardarlos en el refrigerador, o incluso descubres moho en las hojas, es mejor no consumirlos.

Los canónigos en invierno:

Aunque los canónigos son resistentes, eso no significa que prosperen durante toda la temporada fría. Cuando la temperatura del suelo cae por debajo de los ocho grados, los canónigos dejan de crecer. Puedes retrasar este proceso cubriendo las hileras con un velo. Aprovecha los días templados para ventilar y así evitar la proliferación de hongos. Cuando las temperaturas vuelvan a subir, los canónigos retomarán su crecimiento. Sin embargo, gracias al uso del velo, no tendrás problemas para invernar la planta.

Enfermedades y plagas:

La buena noticia es que, debido a la temporada, las plagas rara vez afectan a los canónigos. El principal problema que enfrentan estas verduras de invierno es el mildiu, que prospera en condiciones húmedas y frescas. Esta enfermedad fúngica se caracteriza por el amarilleo de la superficie de las hojas. Al inspeccionar el reverso de las hojas, podrás notar los depósitos de esporas del hongo, que son de color gris pálido y luego, púrpura. Sin embargo, hoy en día existen muchas variedades resistentes al mildiu. Por lo tanto, antes de comprar semillas, es importante informarse para prevenir y evitar una infestación.

Por cierto: ¿las plantitas se están volviendo marrones y muriendo poco a poco? Entonces la causa puede ser la podredumbre de las raíces. El suelo debe mantenerse húmedo, pero nunca demasiado.

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