Características
Cuidados
Periodo de cosecha
Características
PLANTAR ADECUADAMENTE
Cultivo de la rúcula
En general, la rúcula no es muy exigente. Prefiere el sol y el calor, aunque también puede crecer en sombra parcial, aunque más lentamente. El suelo ideal es suelto y rico en humus. Eso es prácticamente todo lo que necesita. Ya sea en el jardín, en un arriate, en una maceta o en el alféizar de la ventana, la rúcula se puede cultivar en cualquier lugar.
Sembrar rúcula es muy sencillo. Desde principios de abril hasta septiembre, se puede sembrar directamente en el exterior. Solo necesitas esparcir las semillas (a veces vienen en discos) a un centímetro de profundidad y regarlas bien. La rúcula germina con facilidad y crece rápido, así que no hace falta comprar plantas jóvenes. ¡Anímate a intentarlo! Con un alféizar soleado o un invernadero con calefacción, puedes cultivar rúcula durante todo el año.
Las hojas de la hierba de Santiago, también conocida como hierba cana, se parecen a las de la rúcula joven, pero son venenosas. Son más oscuras, pequeñas y velludas, lo que ayuda a diferenciarlas.
Cuidar adecuadamente
Cuidados de la rúcula
La rúcula tiene raíces muy superficiales, por lo que no puede absorber agua de las capas más profundas del suelo. Por eso, es importante mantener siempre húmeda la tierra en la superficie. En verano, esto implica regarla a diario.
Para que la rúcula crezca y se desarrolle saludablemente, necesita nutrientes. En macetas, estos nutrientes se agotan rápidamente, lo que puede manifestarse en hojas amarillas o crecimiento lento. Por eso, recomendamos abonar regularmente durante la fase de crecimiento con un fertilizante suave especial para hierbas, como el fertilizante ecológico para huerto y frutales. Este fertilizante líquido se añade al agua siguiendo las instrucciones de dosificación.
De cuatro a seis semanas después de la siembra, la rúcula ya está lista para ser cosechada. Puedes empezar a cortar las hojas cuando midan al menos 10 centímetros, dependiendo de la variedad. Usa un cuchillo afilado o unas tijeras (mejor si son de papel que de jardinería). Si evitas cortar las hojas demasiado profundamente, la rúcula puede regenerarse hasta tres veces. Las hojas jóvenes son delicadas y ideales para ensaladas, mientras que las más grandes y maduras son más picantes debido a su mayor contenido de aceite de mostaza. Para un sabor más suave, cosecha las hojas temprano.
El momento ideal para disfrutar de la rúcula es cuando está fresca, y crujiente, ya que tiene un mejor sabor. Si sobra, puedes guardarla en el refrigeraor durante uno o dos días, asegurándote de que esté bien apilada pero no aplastada. dispones de una cantidad considerable, es ideal para preparar pesto, ya que el aceite utilizado ayuda a conservar su frescura y sabor durante más tiempo.
Cuando la rúcula está en flor, sigue siendo comestible, aunque las hojas pueden ser un poco más pequeñas y tener un sabor más amargo. Sin embargo, la floración tiene su lado positivo: atrae a insectos beneficiosos. Además, si dejas que las flores se sequen, puedes recolectar fácilmente semillas para el próximo año.
La rúcula en el supermercado a menudo viene en bandejas o bolsas de plástico, con algunas hojas ya blandas. Cultivarla en casa no solo garantiza frescura, ¡sino que también es más ecológico!
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