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  1. COMPO
  2. Consejos
  3. Cuidados de las plantas
  4. Los fundamentos
  5. Jardinería al natural
  6. Flores multicolores para las abejas y las mariposas

Qué plantas protegen las abejas y las mariposas

Ya que las mariposas, las abejas, los abejorros y otros insectos no encuentran alimentos suficientes en la naturaleza, su vida silvestre se hace cada vez más difícil. Las abejas melíferas y otros himenópteros desempeñan un papel particularmente importante en este proceso: al polinizar las flores, contribuyen a la supervivencia del mundo vegetal, protegen las cosechas y permiten la sobrevivencia de muchos seres vivos que dependen de las praderas, los setos o de los árboles. Al seleccionar las plantas adecuadas, puedes crear biotopos importantes para estos animales. Descubre cómo transformar tu jardín en un puerto de bienestar para los insectos.

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Flores colmadas de néctar como fuente de alimentos

Si bien las rosas, las dalias o los arbustos son muy populares, desafortunadamente aportan pocos nutrientes (o ninguno) a los insectos. El motivo: las plantas de flor doble desarrollan un gran número de pétalos en su centro debido, por lo general, a los cultivares usados. En consecuencia, los insectos polinizadores difícilmente pueden acceder a los estambres, los cuales incluso son inexistentes en algunos casos. Por lo tanto, es conveniente garantizar que una parte significativa de tus plantas porte flores simples y suficientemente abiertas. Las plantas responden a estos criterios en función de las estaciones. En primavera, favorece la alimentación de los insectos útiles con sauces, rosas de Navidad y frutales como el manzano, el peral y el cerezo. Estos organismos beneficiosos también aprecian las heleborinas y los rosales silvestres como el escaramujo o la rosa rugosa. En verano, las vivaces como la equinácea o rudbeckia morada; las especies del género Helenium; la lavanda, o el arbusto de las mariposas aportan los nutrientes suficientes. En otoño, decántate por el sedum brillante, las asteráceas de otoño, la calaminta y la vara de oro.

En el momento de escoger tus plantas, no pienses únicamente en las mariposas: no te olvides de las larvas, las cuales también necesitan alimentarse. Y no te preocupes, tus huéspedes no transformarán tu jardín en un desierto. Lo mejor es ofrecer un bufé bien delimitado para las orugas. Lo ideal para atraer las mariposas como la mariposa de la ortiga, el almirante rojo y el pavo real es un rincón no demasiado pequeño con ortigas. Con umbelíferas como el hinojo, ofrecerás un refugio de elección para la larva específica del espléndido macaón. Además, las flores del hinojo son un verdadero imán para atraer los insectos.

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Para hacer aún más por los insectos

Abrevaderos para las abejas: Obsequia a las abejas con el agua suficiente

¡Las abejas también sienten sed en los cálidos días estivales! Coloca un cuenco de agua poco profundo cerca de las plantas forrajeras o, si tienes, de una colmena. Las abejas utilizan la grava y las piedras pequeñas como plataformas de despegue y de aterrizaje. No te olvides de rellenar los abrevaderos con agua fresca a menudo.

Hotel para insectos: Ofrece hospedaje a las abejas

Las abejas silvestres polinizan tantas flores como las abejas melíferas. Las abejas silvestres que no pican necesitan cuevas de reproducción apropiadas para poder garantizar su descendencia. Es muy fácil dotarlas de refugios perforando agujeros de diferentes diámetros en las ramas grandes y en los troncos gruesos que seguidamente colocarás a pleno sol en el jardín. Los ladrillos agujereados y los fardos de paja son algunas de las opciones igualmente convenientes.

 

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