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Podar los rosales sin problema

Los rosales tienen la reputación de ser plantas muy exigentes. No obstante, no te será difícil conseguir hermosas rosas si aplicas algunos trucos. Aquí, descubrirás cómo podar los rosales y qué precauciones debes tomar.

Preguntas frecuentes sobre la talla de los rosales

¿Por qué podar los rosales?

La poda estimula el crecimiento de los rosales y refuerza su salud. Si la planta dispone del espacio libre debido, recibirá la luz y el aire suficientes para formar nuevos tallos. Además, la poda acelera la aparición de nuevas flores, flores aún más bellas.

Aunque existan técnicas de poda específicas para cada especie de rosales, el objetivo siempre es el mismo: obtener una estructura de copa ligera.

¿Cuándo se deben podar los rosales?

La poda de los rosales se debe realizar en primavera. Corta primeramente los tallos muertos, enfermos o que hayan sufrido daños por congelación. Los podrás distinguir por las marcas marrones en su interior y por la pérdida de turgencia.

Los rosales de flores agrupadas, como los rosales de flores grandes, necesitan una poda estival. Poda los rosales hasta la segunda hoja robusta por debajo de la flor.

¿Qué precauciones deben tomarse para podar los rosales?

Por principio, los tallos de los rosales siempre se deben podar por encima de las yemas orientadas hacia afuera. Poda en dirección de cada yema y siempre deja unos 5 mm por encima de estas. En función del tiempo atmosférico, hay que dejar transcurrir entre 4 y 6 semanas para que broten nuevas flores de las yemas restantes.

Además, es necesario eliminar los chupones. Los chupones se reconocen por su color verde claro y por las abundantes espinas. Brotan de la base por debajo del punto de injerto. Elimina los chupones para evitar que el rosal se marchite, ya que los chupones compiten por los nutrientes esenciales. Separa los chupones y córtalos lo más cerca posible del punto de origen.

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Retrato de los rosales

En nuestro álbum de retratos de plantas encontrarás consejos y trucos para cuidar bien los rosales.

Más información

No todas las rosas son iguales

Las diferentes técnicas para podar los rosales

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    Poda de los rosales de flores agrupadas

    Elimina primeramente los tallos muertos, enfermos y lánguidos. Seguidamente, corta los tallos restantes de 4 a 7 yemas. Los tallos robustos se pueden conservar un poco más largos. Los tallos más débiles se deben cortar más radicalmente para estimular el crecimiento. Corta todas las ramas de más de cuatro años directamente por la base. Así, conservarás tus rosales jóvenes y sanos.

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    Poda de los rosales de grandes flores

    Los rosales de flores grandes se podan como los rosales de flores agrupadas. No obstante, es necesario podarlos un poco más, de 3 a 5 yemas aproximadamente.

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    Poda de los rosales arbustivos

    Los rosales arbustivos tienen la particularidad de no necesitar una poda regular. Simplemente, elimina los tallos que se entrecrucen, así como los tallos muertos. Corta los tallos viejos directamente a ras del suelo. Para estimular una nueva floración, elimina los pedúnculos florales machitos de los rosales arbustivos remontantes o reflorecientes (que florecen varias veces al año). Esta poda no es necesaria en el caso de los rosales arbustivos no remontantes.

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    Poda de los rosales trepadores

    En el caso de los rosales trepadores, también se puede distinguir entre rosales remontantes y no remontantes. En cuanto a los rosales trepadores no remontantes, elimina los tallos muertos, enfermos o que hayan sufrido daños por congelación y deja espacio suficiente para el crecimiento cuando los tallos sean demasiado compactos. Corta la base de los tallos de más de 5 años. Ten presente que la poda debe ser moderada.

Consejos para podar los rosales

Para evitar cualquier deshiladura en los puntos de corte, utiliza unas tijeras de podar bien afiladas. Poda oblicuamente los tallos para que el agua pueda fluir y que nada permanezca en la herida. Podar el rosal a la altura de una yema orientada hacia el exterior.

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