La rosa de Navidad

Con su follaje perenne y sus flores multicolores, la rosa de Navidad aporta un toque de color al monótono blanco invernal. Esta flor de invierno originaria de Asia Meridional pertenece a la familia Ranunculoideae. Prefiere los hábitats soleados o en mediasombra resguardados del viento. Por lo tanto, su lugar ideal es debajo de los árboles poco frondosos y de los arbustos lo suficientemente altos. Aunque constituyen barreras eficaces contra los excesivos calores propios del verano, permiten el paso de luz suficiente en invierno.

Esta resistente vivaz se desarrolla perfectamente junto a sus congéneres o armonizando con plantas de flores precoces. Para que su desarrollo sea óptimo, la rosa de Navidad necesita un suelo rico y permeable. El otoño es la estación ideal para trasplantar. La tierra aún cálida concede el tiempo suficiente a la rosa de Navidad para aclimatarse a su nuevo hábitat antes de la llegada de las primeras heladas. Una vez plantada, ella misma garantiza su propia reproducción.

La rosa de Navidad embellece nuestros hogares año tras año y, con pocos cuidados, alegra nuestros jardines durante décadas. Para la floración invernal, la rosa de Navidad requiere un suelo húmedo, pero no en exceso (no debe haber anegamiento). Salvo durante las heladas, es necesario regar la rosa de Navidad suficiente y regularmente. Poco exigente en verano, tan solo hay que regar en caso de una sequía persistente.

La rosa de Navidad solo requiere de una fertilización ligera para tener una hermosa floración. Nuestro consejo es fertilizar en primavera con nuestro fertilizante de liberación sostenida para rosales y a finales de año con nuestro fertilizante profesional Hakaphos COMPO que favorece la floración. Por lo demás, la rosa de Navidad es una planta poco exigente. Basta con dejar las hojas muertas del año anterior entre las plantas para crear una cubierta vegetal —un genuino estimulante de la vida del suelo— que aporte nutrientes y prevenga la desecación. En maceta, es posible abonar regularmente la rosa de Navidad con un abono líquido para rosales.

No es necesario podar regularmente la rosa de Navidad. Por regla general, basta con eliminar el follaje marchito. Poda tus rosas de Navidad únicamente si deseas evitar que se propaguen demasiado y compitan con otras plantas.

La rosa de Navidad se caracteriza por ser resistente y, en suelo firme, no requiere de ninguna protección invernal. En maceta, ya sea en un balcón o en una terraza, se hace necesario proteger el terrón contra las heladas debido al poco volumen de tierra disponible. Entonces, traslada la planta a un lugar resguardado o rodea la maceta con un manto de hibernación.