Cicada del rosal

Cuando los rosales están infestados por la cicada del rosal, aparecen primeramente pequeñas manchas blanquecinas encima de las hojas, principalmente a lo largo de las venas y, posteriormente, sobre toda la superficie foliar. Este parásito también puede atacar los botones de la rosa. Esta infestación altera en gran medida la estética y el crecimiento de la planta. Una infestación importante provoca la caída de las hojas de los rosales. Alargados insectos verdes de hasta 3 mm colonizan el reverso de las hojas. Ponen sus huevos en la corteza de las ramas jóvenes, donde se protegen de las heladas invernales. Los cicadélidos —especies de la familia Cicadellidae— levantan vuelo al percibir el más mínimo contacto. Siendo insectos chupadores, dañan las plantas por efecto de la succión. Las primeras cicadas del rosal aparecen a partir de mayo y el ciclo anual produce, como mínimo, dos generaciones.

Trata la planta con un insecticida tan pronto como constates la presencia de esta plaga. No te olvides de tratar cuidadosamente el reverso de las hojas. El tratamiento es particularmente eficaz en los insectos adultos, siempre y cuando se realice por la mañana.