Protección natural de las plantas

Las malas hierbas en un jardín constituyen uno de los problemas más frecuentes: se propagan entre las plantas ornamentales y las plantas leñosas, así como en bancales de frutales y hortalizas. Si bien el diente de león y sus flores amarillas son útiles para las abejas y sus hojas se pueden consumir en ensaladas, compite con las plantas ornamentales y alimenticias por los nutrientes, la luz y el agua, reduciendo su rendimiento notablemente. Puedes eliminar las malas hierbas manualmente, o reduciendo su germinación y desarrollo con acolchado orgánico, como por ejemplo el COMPO BIO Miscanthus. 

Las malas hierbas y el musgo se eliminan de forma más fácil y eficaz con un herbicida como COMPO Herbistop. Su efecto comienza entre una y tres horas después de su aplicación y puede utilizarse sin problemas entre cultivos de frutas y hortalizas, focalizando su aplicación en la mala hierba a tratar. Al ser un herbicida de contacto toda planta que sea mojada se verá afectada. Este tipo de herbicidas son seguros para las abejas, y, una vez que se hayan secado, tanto los niños como tus mascotas podrán volver a las zonas tratadas sin problema.

Lamentablemente, las plagas como los pulgones, la mosca blanca y el escarabajo de la patata también se deleitan con nuestras plantas comestibles y ornamentales. Conserva «virgen» un rincón de tu jardín. Se transformará en un hábitat para plantas silvestres y un genuino criadero de muchas especies animales como las mariquitas, las crisopas y las tijeretas, auténticas devoradoras de plagas. Si tus plantas ya son víctimas de un ataque, puedes tratarlas fácilmente con un insecticida natural.

Cultivos hortícolas, la vid, el tomate, pepino, melón, calabaza, patata, lechugas y ornamentales como rosales o geranios, son muy sensibles al mildiu. Sobre todo, en primavera y verano cuando la humedad es muy elevada por encima del 90%, las lluvias son frecuentes y la temperatura es suave (entre 10 y 25 ºC), son las condiciones ideales para su desarrollo. El hongo se manifiesta con unas manchas sobre las hojas de aspecto aceitoso y desarrollando una pelusilla blanca o grisácea en el envés. Un fungicida como el cobre es una alternativa natural para el control de la enfermedad, pudiéndose realizar tratamientos preventivos cuando se den las condiciones de ataque.

Los pepinos, las calabazas, las legumbres para ensaladas, las coles, las fresas y las zanahorias hacen las delicias de los caracoles. Las barreras para caracoles y, especialmente, los granulados antibabosas ofrecen una buena protección. El COMPO BIO Antilimacos es resistente a la lluvia y se puede esparcir entre las plantas, incluidas las hortalizas, las hierbas aromáticas y las patatas. Los caracoles mueren rápidamente, evitando que nuestras plantas y frutos sean devorados.