El ficus benjamina —cuyo nombre binomial es también Ficus benjamina— necesita hábitats claros, pero no demasiado soleados. Es necesario protegerlo de las corrientes de aire y proporcionarle un emplazamiento en el que la temperatura sea constante.

La planta reacciona muy negativamente a las temperaturas extremas —ora demasiado frías, ora demasiado cálidas—, las cuales causarían la caída de las hojas moteadas.

Colocación de las plantas:

Cada dos o tres años, se hace necesario trasplantar los ficus grandes a un mantillo fresco para plantas verdes y palmeras. Opta por cajoneras de cultivo o por macetas el doble de altas y procede a trasplantar, idealmente entre febrero y marzo.

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Cuidar adecuadamente

Cuidados del ficus benjamina

Riego:

Necesita muy poco riego durante el periodo de reposo vegetativo, el cual se extiende de octubre a febrero. El agua debe estar tibia. Una vez reanudado el crecimiento, aumenta la frecuencia de riego. Los ficus grandes necesitan mucha agua durante la fase de crecimiento. Deja que la tierra se seque bien antes de regar nuevamente. Sin embargo, nunca permitas que el cepellón se seque.

Fertilización:

Tras el brote de nuevas hojas y hasta el mes de octubre, aplica un fertilizante para plantas verdes y palmeras semanalmente o utiliza bastoncillos fertilizantes apropiados.

¿Te apetece rodearte de más plantas verdes?