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Ahorra agua en días calurosos

11 Consejos para ahorrar agua

En los últimos años, el calor parece intensificarse aún más, aumentando la demanda de agua para las plantas del jardín. Sin embargo, en medio de la escasez de agua en muchas regiones, este recurso se ha vuelto aún más valioso. Por ello, hoy en día existen varias estrategias para conservar el agua sin descuidar tus plantas. Como respuesta, han surgido diversas estrategias para conservar el agua sin comprometer el cuidado de tus plantas. Con nuestros 11 consejos para el ahorro del agua harás que tu jardinería sea más sostenible y colaborarás con el medio ambiente.

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1. Riega con agua de lluvia

La forma más rápida y económica de ahorrar agua es sorprendentemente sencilla: en lugar de utilizar el agua del grifo para tus plantas, simplemente puedes regar con agua de lluvia. Para ello, solo necesitas colocar un cubo en el jardín o balcón para recolectar el agua de lluvia. De esta manera, podrás regar tus plantas prácticamente de forma gratuita.

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2. Riega de manera adecuada

Aunque a primera vista parezca sencillo, el riego adecuado requiere cierta destreza, pues conlleva dificultades. Por ejemplo, la hora del día en que riegas es sumamente importante. Es mejor regar tus plantas y el césped temprano por la mañana o al atardecer, ya que si lo haces bajo el sol ardiente del mediodía, gran parte del agua se evaporará antes de alcanzar las raíces de las plantas. En cuanto a la frecuencia de riego, es más efectivo regar menos veces pero de forma más profunda, ya que así es como realmente el agua alcanza las capas más profundas de las raíces. Una ventaja adicional es que las raíces se ajustan al método de riego y siguen creciendo hacia abajo, lo que les permite absorber agua de las capas más profundas durante los períodos secos. También te recomendamos que riegues las plantas directamente sobre la zona del suelo donde se escuentran las raíces, utilizando una manguera o una regadera en lugar de aspersores o rociadores giratorios, ya que estos últimos tienden a evaporar más agua. Para arbustos y árboles más grandes, es mejor regar en un área más amplia alrededor de la planta en lugar de solo sobre el área de la raíz, ya que las raíces fibrosas de los árboles tienden a extenderse ampliamente bajo tierra. Descubre nuestro artículo "Consejos para aprender a regar tus plantas" con recomendaciones para dominar el arte del riego. 

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3. Implementa una capa de drenaje

En climas cálidos, el suelo restringido y pequeño de las macetas provoca que el substrato se seque mucho más rápido que en el suelo del jardín. Antes de plantar, asegúrate de llenar tus macetas y recipientes con una capa de drenaje de gránulos de piedra pómez. La piedra pómez natural tiene la ventaja de poder absorber y retener agua, y luego distribuirla según las necesidades de las raíces. De esta manera, tus plantas no solo están protegidas contra el encharcamiento, sino que también se mantienen humedecidas durante más tiempo.

Consejo: Cubrir la capa superior del substrato de las plantas en maceta con gránulos de piedra pómez también protege la planta contra la sequedad. ¿Te gustaría saber más sobre un sistema de drenaje a base de gránulos de piedra pómez? Entonces echa un vistazo al artículo "Drenaje para tus plantas: Cómo evitar el encharcamiento".

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4. Planta con Aqua Depot®

Además de una capa de drenaje, la mejor opción para las plantas en maceta es emplear un substrato especialmente diseñado para balcones y macetas. Este substrato cuenta con el valioso depósito de agua Aqua Depot®, que retiene parte del riego y lo libera gradualmente de acuerdo a las necesidades de las plantas. Al mezclarlo con una base de gránulos de piedra pómez, se garantiza una retención óptima del agua, lo que significa que necesitarás regar con menos frecuencia.

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5. Cultiva plantas resistentes a la sequía

Otra forma de reducir el consumo de agua es cultivar plantas especialmente resistentes a la sequía. Hay una amplia gama de plantas perennes, hierbas y flores que son altamente tolerantes al calor y requieren poco riego para mantenerse saludables. Entre estas opciones, se destacan las plantas ideales para jardines de rocas o muros de piedracomo la aubrecia, la raíz de oro o el flox musgoso. Además, las hierbas mediterráneas como la lavanda, el tomillo o el romero son extraordinariamente resistentes a la sequía. Una manera de incorporarlas es creando una espiral de hierbas aromáticas donde puedan convivir en armonía. En un diseño como este, diversas hierbas con diferentes necesidades de ubicación encuentran su lugar ideal, todo ello sin requerir un mantenimiento exhaustivo. Para más consejos sobre la selección de plantas, consulta nuestro artículo "10 plantas resistentes al calor".

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6. Emplea un sistema de riego por goteo

Si dispones de presupuesto adicional, puedes mejorar aún más el riego de tu jardín para hacerlo más profesional y eficiente. Mediante el uso de un sistema de riego por goteo, una instalación automática diseñada para regar tus plantas de jardín y macetas, podrás administrar el agua de riego de manera económica y precisa hacia tus plantas. El tubo de goteo libera el agua lentamente en el suelo, lo que mantiene la humedad uniforme y permite que el agua llegue gradualmente a las raíces más profundas. Este método es efectivo en todas las áreas del jardín, ya sea en macizos, setos dentro del invernadero o plantas en maceta.

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7. Aplicar abono orgánico de larga duración con lana de oveja

Es esencial garantizar un suministro adecuado de nutrientes para que las plantas de jardín y balcón puedan enfrentar la sequía de manera óptima y requieran menos riego. Una opción ideal es el uso de un abono orgánico de liberación lenta hecho a base de lana de oveja. La lana presente en este tipo de abono tiene una notable capacidad para retener agua, lo que proporciona humedad a tus plantas incluso en períodos de sequía. Para obtener más detalles sobre los beneficios adicionales de la lana de oveja como fertilizante, te invitamos a consultar el artículo "La lana de oveja como fertilizante" en nuestra sección de consejos.

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8. La correcta atención al césped

Uno de los candidatos que ciertamente más sed tienen en el jardín es el césped. Dependiendo de la calidad del suelo y las condiciones climáticas, un metro cuadrado de césped puede evaporar hasta cuatro litros de agua al día en verano. Por lo tanto, con el cuidado adecuado del césped se puede ahorrar una cantidad considerable de agua.

El primer consejo sería evitar cortar el césped demasiado corto durante el verano, ya que esto puede provocar que el suelo se seque más rápidamente. Mantener una altura de corte de entre cinco y siete centímetros es ideal cuando las temperaturas son altas.

Los céspedes secos son especialmente eficientes en el ahorro de agua, ya que desarrollan raíces profundas capaces de extraer agua de las capas más bajas del suelo. Si deseas saber más sobre cómo regar tu césped de manera eficiente, echa un vistazo al artículo de la guía "5 Errores de riego en el césped". Además, para proteger tu césped del calor, considera aplicar un fertilizante rico en potasio. Este nutriente refuerza las células del césped, ayudándole a soportar mejor las temperaturas extremas.

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9. Cubre tu huerto con mantillo

En general, el suelo desnudo en el jardín tiende a evaporar mucha más agua que cuando está cubierto. Es aquí donde entra en juego el "mantillo", una capa vegetal que protege el suelo de la desecación al reducir la evaporación del agua. Gracias a esta cobertura, las plantas necesitan ser regadas con menos frecuencia y el mantillo también ofrece una defensa adicional durante las lluvias intensas, ayudando a prevenir la erosión del suelo. El roble se presenta como una excelente alternativa como material de mantillo, especialmente para áreas extensas, senderos, plantas perennes y arbustos ornamentales, gracias a su aspecto naturalmente atractivo. Además, la fibra natural de jardín es ideal para proteger los parterres ornamentales, mejorando la estructura del suelo y evitando la desecación y la erosión. Descubre los secretos detrás del mantillo en nuestra fascinante guía: "Mantillo - ¿una verdadera maravilla?".

Consejo: Para proteger aún más tus huertos contra la sequedad, puedes darle mantenimiento regular. Para ello, trabaja las capas superficiales del suelo con una azada para asegurar una mejor aireación de la tierra.

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10. Planta cubierta vegetal

Una manera sencilla y efectiva de conservar la humedad en áreas despejadas dentro de los lechos de flores o bajo arbustos es optar por la cobertura vegetal. Esto se debe a que las áreas plantadas con cobertura vegetal tienden a evaporar menos agua que aquellas sin vegetación. Las plantas de cobertura son aquellas de crecimiento bajo que se desarrollan rápidamente y forman una densa capa protectora. Son especialmente útiles para ser plantadas debajo de setos o árboles, ya que no solo mantienen la tierra húmeda, sino que también previenen la proliferación de malezas en áreas sombreadas. Dependiendo de la ubicación, puedes seleccionar plantas de cobertura que prefieran la luz solar directa o la sombra. Para áreas soleadas, hay una amplia gama de opciones florales, como la hierba de la cabra en celo, la campanilla de Dalmacia, la hierba doncella o la hierba callera.

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11. Planta según la ubicación

Con una planificación cuidadosa del jardín, es posible reducir el consumo de agua desde el principio. Es esencial tener en cuenta las condiciones naturales del lugar en su jardín y crear áreas de plantación adecuadas en consecuencia. Los árboles con copas densas proporcionan sombra natural, lo que permite que otras plantas crezcan protegidas y requieran menos agua. Normalmente, es preferible plantar especies resistentes, como plantas de rocalla o aquellas que prosperan en muros secos, en áreas secas y soleadas. Por otro lado, las especies con un alto requerimiento de agua, como los rododendros, deben ubicarse en áreas semi-sombreadas en lugar de a pleno sol. En la mayoría de los casos, es recomendable optar por arbustos y plantas perennes autóctonas, ya que tienden a adaptarse mejor a la sequía.

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