Instrucciones para ajustar un esparcidor de abono sin valores indicativos

Un ajuste correcto del esparcidor de abono es determinante para un abonado óptimo. El suelo absorbe el agua del césped si está demasiado abonado. Consecuencias: las briznas de hierba se secan y aparecen manchas parecidas a quemaduras. Con un solo abonado excesivo no se consigue la concentración adecuada de nutrientes en el sustrato, esta solo se obtiene invirtiendo mucho tiempo y trabajo. No obstante, si el abonado es insuficiente, el césped no tendrá un color verde intenso y aparecerán calvas antiestéticas debido a un mal desarrollo. Asegúrate de abonar solo cuando el césped esté bien seco. De lo contrario, la acción combinada del sol, el abono y las gotas de agua podría provocar quemaduras.

1. Selecciona una superficie de prueba de 1 m² lo más lisa posible. Si el suelo es demasiado irregular, también puedes hacer la prueba en una terraza o en un suelo pavimentado.
2. Coloca un plástico sobre la superficie medida, de manera de recuperar el abono esparcido durante la prueba.
3. Coloca la palanca de ajuste del esparcidor en posición media.
4. Seguidamente, llena el esparcidor con un abono y pásalo por la superficie de prueba.
5. Barre y pesa el abono esparcido (por ejemplo, con una báscula de cocina)

Repite la operación hasta que el abono esparcido sobre la superficie de prueba se corresponda a la cantidad recomendada para tu césped. Dicha dosis aparece en el envase del abono.

Otro método que también permite determinar el ajuste adecuado del esparcidor de abono, pero que exige de algunos cálculos, requiere de una superficie de prueba de 2 m² y de un ancho de aplicación de 50 cm. Se recomienda dispersar 30 g/m². El mecanismo de dosificación del esparcidor se debe ajustar en la posición media, tal como indicado anteriormente.

Por lo tanto, se necesitan 60 g de abono para una superficie de 2 m² (30 g/m² x 2).
Ya que el ancho de aplicación del esparcidor es de 50 cm, la tolva de este debe vaciarse tras un recorrido de 4 m (2 m²/0,5 m).