Cómo eliminar debidamente el musgo del césped

Para eliminar prolongadamente el musgo que invade de tu césped, se deben analizar primeramente las causas de su presencia. Te presentamos un resumen de los factores más frecuentes que favorecen el desarrollo del musgo en el césped:

El anegamiento: para que su crecimiento sea óptimo, el césped debe contar con la humedad suficiente, pero no en exceso. Las raíces de las gramíneas terminan por pudrirse cuando están en un entorno constantemente húmedo. Este fenómeno puede tener su origen en un suelo compacto. Para evitar el anegamiento, es aconsejable mullir el suelo a fondo y añadirle arena de construcción.

La sombra: mientras que la hierba se desarrolla bien con mucho sol, el musgo se desarrolla mejor a la sombra. A la sombra, las semillas especiales para césped permiten remediar las condiciones mediocres de incidencia de la radiación solar.

pH: el césped no recibe los suficientes nutrientes y se marchita cuando el pH del suelo es demasiado bajo (inferior a 6). Al contrario, el musgo crece bien en los suelos ácidos. Es fácil medir el pH con un test rápido que se puede adquirir en viveros o en tiendas de bricolaje. La cal para césped puede ayudar a regular el pH.

Siega irregular y demasiado al ras del suelo: son causa de estrés y, a la larga, de debilitamiento del césped, lo que favorece el crecimiento del musgo.

Deficiencia de nutrientes: el césped extrae los nutrientes del suelo. Con cada siega, una cantidad importante de vitales nutrientes se «tira» al compost. Un abono para césped de gran calidad fortalece las gramíneas y activa los organismos del suelo.

Hojas de otoño que han caído sobre el césped: es justamente durante la temporada fría que el césped necesita suficiente luz y aire. Las hojas muertas que quedan sobre el suelo crean una cobertura debajo de la cual el oxígeno es insuficiente para las gramíneas, por lo que estas mueren rápidamente. El musgo aprovecha para desarrollarse a expensas de las zonas descoloradas o desprovistas de césped.

Mezcla de semillas de menor calidad: las semillas de mala calidad pueden contener gramíneas agrícolas forrajeras de crecimiento rápido y alto que a lo sumo dan lugar a un césped poco denso y que requiere siegas frecuentes. Como consecuencia, el musgo encuentra en las superficies poco pobladas de césped el espacio suficiente para propagarse.

Si el musgo ya ha invadido tu césped, te recomendamos que descubras primeramente la causa antes de aplicar cualquier solución. Además, son muchas las medidas que puedes instrumentar para declararle la guerra a los esporófitos. Además de una cuidadosa escarificación, el uso de un antimusgo resulta útil en los casos de infestación intensa. Te proponemos un abono especial que también elimina el musgo. El producto combate eficaz y vigorosamente el musgo y, además, al mismo tiempo, regenera el césped, de manera que se pueda imponer óptimamente a su competidor. Reparte uniformemente el abono sobre el césped húmedo dos o tres días después de la siega (recuerda que es aconsejable usar guantes y calzado cerrado, o utilizar un esparcidor de fertilizante). Puedes binar en las zonas en las que las gramíneas estén decoloradas.

La elección de una buena mezcla de gramíneas para la siembra del césped constituye la base de un manto sin musgo. Las zonas desnudas en el césped no solo son antiestéticas, sino que también proporcionan el espacio suficiente para el crecimiento de malas hierbas y musgo. Es necesario cubrir estas zonas desnudas lo más rápidamente posible usando una mezcla de semillas de césped de resiembra. Además, puedes crear unas condiciones iniciales óptimas preparando correctamente el suelo.

Un cuidado intensivo es la base de un césped sin musgo. Como norma general, no cortes el césped más de un tercio de su altura y nunca a menos de 4 cm al ras del suelo para evitar dañarlo considerablemente. Riega suficientemente tu césped, sobre todo en verano, ya que una carencia de agua debilitaría e, incluso, quemaría el césped si la sequía fuera permanente. El tercer secreto de un césped sano y hermoso es un abonado equilibrado. El nitrógeno, el fósforo, el potasio y el magnesio, al igual que los oligoelementos como el hierro, el cinc y el manganeso son particularmente importantes. Abona tu césped a partir de la primavera con un fertilizante de liberación sostenida. Según el producto, el abonado mostrará su eficacia tras tres o seis meses, por lo que una segunda aplicación será necesaria en verano. Así, las gramíneas reciben los nutrientes suficientes, forman un manto denso y combaten por sí mismas al musgo.