Las petunias

Las petunias —con sus grandes flores en forma de embudo— pueden tener un porte caído o erguido. Su enorme diversidad de colores varía del blanco puro al violeta, pasando por tonalidades rosas y rojas; no es raro ver una jardinera luciendo flores amarillas y azul claro. Las petunias son plantas heliófilas (de sol). Imperativamente, necesitan la luz directa del sol. Las terrazas orientadas al sur son ideales para estas plantas de exuberante floración.

Asegúrate de que tus petunias tengan suficiente espacio. Ya que las petunias se desarrollan vigorosamente, trasplanta las plantas jóvenes —compradas o cultivadas en casa— observando una distancia de separación entre plantas de 20 a 25 cm.

Un mantillo para plantas en maceta es apropiado para la plantación y el trasplante de las petunias. Este mantillo está especialmente adaptado a las plantas que necesitan un aporte nutritivo importante.

Para lograr una floración óptima, asegúrate de que no les falte el agua a tus petunias. Durante las jornadas extremadamente calurosas de verano, estas plantas evaporan y transpiran un enorme volumen de agua. Palpa regularmente el suelo para controlar la humedad y riega abundantemente las plantas.

Las petunias necesitan una gran cantidad de nutrientes. Para una fertilización óptima, elige un abono líquido para plantas de balcón y plantas en mesa de cultivo y aplícalo una vez por semana de marzo a octubre. Este producto contiene todos lo oligoelementos y nutrientes esenciales para un buen desarrollo de las plantas. También puede usarse un abono granulado para plantas de balcón y plantas en maceta.

Elimina regularmente las flores marchitas. Tras la primera floración en julio o en agosto, las petunias forman tallos cada vez más largos que comienzan a marchitarse. En ese caso, es necesario podarlos a la mitad, de modo que recuperen su frondosidad y vuelvan a tener una floración tan exuberante como antes. Las petunias se renuevan en un periodo de 14 días.