Características
Cuidados
Periodo de florecimiento
Características
Plantar adecuadamente
Cultivo del floripondio
El floripondio —planta del género Brugmansia— se cultiva fácilmente en mesas de cultivo, pero también se desarrolla bien en suelo firme (directamente en el suelo, sin macetas y otras estructuras). Su follaje puede alcanzar entre 1 y 3 metros de altura. Fiel a su origen sudamericano, aprecia los lugares bien soleados. Sin embargo, cuando el calor es excesivo, es preferible plantarlo en media sombra. Colocado próximo a un muro, aprovechará el calor irradiado en las noches de verano, una estimulante contribución para la floración. Además, el efecto cortavientos del muro protege la planta. Para una mejor resistencia al viento, se aconseja plantar los floripondios en una maceta pesada con un rodrigón o tutor al que sujetarlos.
Es recomendable mudar los tiestos y cambiar el mantillo de los floripondios cada dos años.
Las flores colgantes en forma de embudo alcanzan entre 25 a 50 cm de longitud y emiten una intensa fragancia por la noche. Elimina las flores marchitas lo antes posible.
Cuidar adecuadamente
Cuidados del floripondio
El floripondio se caracterizan por sus altos requerimientos de agua. Un riego abundante por la mañana y por la tarde es imperativo en los calurosos días de verano. La falta de agua se manifiesta rápidamente por las hojas colgantes y lánguidas. No obstante, hay que evitar el anegamiento para que no se produzca la podredumbre de las raíces. Tan solo hay que garantizar un buen drenaje del agua.
Debido a su vigoroso crecimiento y a la formación de flores grandes, el floripondio requiere un gran suministro de nutrientes. La primera fertilización se hace necesaria en primavera, periodo en que se forman nuevos tallos y hojas. Hasta agosto, es necesario un suministro semanal de fertilizante, líquido o sólido, contentivo de los nutrientes suficientes.
El floripondio debe pasar el invierno en un lugar claro y con una temperatura de entre 4 y 12 ºC, o bien en la oscuridad. En este último caso, poda la corona a la mitad o a dos tercios de los tallos existentes. Cuanto mayor sea la poda, más tardía será la floración. Riega de forma parsimoniosa durante la estación de invierno, pero cuidando de que la tierra próxima a las raíces no se seque. Un exceso de agua puede dar lugar a la podredumbre de las raíces. A mediados de mayo, después de los santos del hielo, podrás sacar tus floripondios al exterior.
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