¡Finalmente es verano! Con el aumento de las temperaturas, seguro que quieres disfrutar de tu casa al aire libre. Para asegurarte de que tus plantas sobrevivan al calor y la sequía, te compartimos algunos consejos clave. Descubre cómo regar y abonar adecuadamente durante el verano, y también conoce qué plantas son ideales para entornos cálidos y secos. ¡Prepárate para disfrutar al máximo de esta estación!
En los cálidos días de verano, no hay nada como una refrescante dosis de agua, y eso lo sabemos tanto nosotros como nuestras compañeras verdes. Es esencial recordar tres puntos importantes para garantizar que tus plantas también disfruten de esta revitalizante experiencia.
1. Riega por la mañana: La mejor hora para regar tus plantas es temprano por la mañana, ya que en ese preciso momento es cuando el suelo está más fresco y la humedad se retiene mejor. Si riegas durante el mediodía o por la tarde, gran parte del agua se evaporará debido al calor del suelo.
Por otro lado, regar por la noche puede incrementar el riesgo de enfermedades por hongos. Cuando la temperatura desciende durante la noche y las hojas permanecen húmedas, se crea un ambiente propicio para estos patógenos.
2. Riego profundo: En lugar de regar tus plantas de manera breve y superficial todos los días, te recomendamos hacerlo con menos frecuencia, pero de manera profunda y abundante. De esta forma, el agua llega realmente a las raíces de la planta. Esto es especialmente relevante para las plantas de jardín que tienen acceso a más tierra. Sin embargo, las plantas de balcón o macetas requieren agua con más frecuencia, ya que el volumen del substrato en la maceta es limitado, además que la evaporización del agua en estos recipientes es mayor. Para saber cuándo es necesario regar, puedes hacer la prueba con el dedo: si sientes que el substrato está seco, es momento de regar la planta; si el suelo aún está húmedo, es mejor dejar la regadera a un lado. Mantener un equilibrio evita tanto el exceso de humedad como la sequedad constante, ya que ambos son perjudiciales para la planta.
De todas formas, siempre hay que tener en cuenta el tipo de planta, las hay con más necesidades que otras, por eso es importante conocer el nombre de la planta para saber que cuidados debo proporcionarlas. Si adquieres una nueva planta guarda la etiqueta que suele, traer, te facilitará mucha información sobre sus cuidados, no solo del riego, sino de la iluminación, temperatura u otras necesidades.
3. Riega directamente en el suelo: Siempre es mejor aplicar el agua de manera uniforme en la base del tallo. Así, el agua llega penetra el suelo directamente a las raíces de la planta. Evita mojar la superficie de las hojas esto puede propiciar el desarrollo de enfermedades fúngicas.
Consejo para ahorrar agua: Una excelente opción es implementar un sistema automático de riego por goteo para tu jardín y las plantas en macetas. Este sistema resulta ideal para todas las zonas del jardín, ya sea para setos, arbustos o macetas de cultivo. Este método proporciona agua de manera moderada y selectiva, lo que puede generar un ahorro significativo. Existen diferentes goteros que proporcionan distintos caudales de agua, para adaptarlos a las necesidades de distintos grupos de planta.
Además, otra manera sencilla y práctica de conservar agua es recolectando el agua sobrante de la ducha y luego utilizarla para regar tus plantas, por lo menos el agua que sale fría al principio. No utilices nunca agua con restos de jabón o champú.
Al proporcionar a tus plantas de jardín y balcón todos los nutrientes necesarios a través del abono, las fortaleces y las haces más resistentes al calor y la sequía. Este hábito preventivo es clave ante la próxima ola de calor. Te sugerimos especialmente utilizar abonos con ingredientes naturales, como la lana de oveja. Por ejemplo, el COMPO BIO Fertilizante de liberación lenta para plantas acidófilas con lana de oveja tiene una alta capacidad de retención de agua, asegurando que tus plantas mantengan su humedad, especialmente durante periodos secos. Además, los abonos orgánicos activan los microrganismos del suelo, mejorando la retención de agua y mejorando la absorción de nutrientes para tus plantas. Esto no solo mejora la salud del suelo, sino que también brinda los nutrientes esenciales a tus plantas de jardín, fortaleciéndolas para afrontar los periodos de calor que se aproximan. Este abono de liberación lenta es perfecto para aplicar una sola vez en primavera, ya que libera los nutrientes durante cinco meses. Ante la llegada de una ola de calor, te sugerimos nutrir tus plantas con un abono especial rico en potasio.
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Para simplificar tu labor durante los calurosos meses de verano, es esencial sembrar tus plantas en el lugar adecuado. Asegúrate de conocer las necesidades individuales de cada planta en cuanto a condiciones del suelo y exposición solar. Por ejemplo, algunas plantas prosperan en lugares soleados con suelo arenoso y bien drenado, ideales para climas más cálidos y secos. Por otro lado, aquellas que prefieren suelos más húmedos y forestales deben ubicarse en áreas más protegidas del sol y con mayor humedad. Más adelante, encontrarás más información sobre plantas especialmente resistentes al calor y la sequía.
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Si tu jardín se encuentra totalmente expuesto al sol, una excelente forma de contrarrestar la evaporación adicional es plantar árboles, setos y arbustos altos en los bordes del jardín. Este cerco natural no solo genera bonitas áreas sombreadas, sino que también protege tus plantas del viento reseco. De esta manera, garantizas un rincón fresco y protegido para que tus plantas se sientan cómodas.
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Una base sólida siempre es un buen enraizamiento. Si eliges el substrato adecuado, puedes impactar positivamente el crecimiento saludable y vigoroso de tus plantas durante los períodos secos. Por ejemplo, nuestro substrato para plantas de balcón y en macetas COMPO BIO Aqua Depot® cuenta con características únicas que almacenan parte del agua de riego y la liberan conforme a las necesidades de las plantas. Esto mantiene el substrato húmedo por más tiempo, reduciendo la necesidad de riego.
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¿Deseas mejorar el microclima de tu jardín? La creación de un estanque o una zanja puede marcar una gran diferencia, ya que la evaporación del agua a través del suelo y las plantas a su alrededor genera un agradable efecto de enfriamiento en el entorno. En contraste, las áreas del jardín cubiertas con piedras, grava y concreto retienen el calor, contribuyendo a un aumento más significativo de la temperatura en el jardín.
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Por lo general, es beneficioso cubrir las áreas del jardín que no transitamos a menudo, ya que un suelo expuesto hace que el agua se evapore más rápido. Una excelente forma de hacerlo es usando mantillo en tus cultivos de hortalizas y flores. Puedes elegir fibras de compost de alta calidad, como las que tenemos en nuestro Compost Vegetal diseñado especialmente para mesas de cultivo y hortalizas. Para tus macetas, una opción visualmente atractiva y respetuosa con el medio ambiente es el granulado de piedra de pómez, como el COMPO BIO Granuplant®. Esta capa protectora además de retener agua mantiene la humedad en el suelo por más tiempo, lo que significa menos evaporación y, como resultado, una defensa más efectiva contra la sequedad. Puedes encontrar más información sobre el mantillo en nuestro artículo "Todo lo que necesitas saber sobre el mantillo". Otra excelente opción para mantener el suelo protegido contra la evaporación es rellenar los espacios entre tus plantas en los macizos de flores o vegetales con especies que cubran el suelo. Imagina una bonita cobertura de plantas en flor, como el Flox musgoso o el Tomillo, entre otras especies encantadoras. Al cubrir el suelo, no solo previenes la deshidratación, sino que también impides el crecimiento de malas hierbas y añades un toque especial a tu espacio verde.
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En pleno fulgor del sol del mediodía, es beneficioso mimar a las plantas sensibles al sol con una capa extra de protección. Puedes optar por una sombrilla o extender un velo blanco permeable sobre tus plantas de jardín o en macetas además de retener agua . De esta manera, proteges a las plantas más delicadas, como los arbustos de bayas, evitando sequedad y quemaduras solares. Recuerda mantener la cubierta siempre bien tensa, sin apoyarla directamente sobre las plantas, para evitar que el calor se acumule debajo.
Para evitar desilusiones con flores marchitas, es aconsejable seleccionar plantas de jardín y balcón que sean resistentes al calor, especialmente si resides en una zona con altas temperaturas. A menudo, podrás reconocer las plantas que se adaptan fácilmente al calor y la sequedad gracias a sus hojas pequeñas y robustas, lo cual ayuda a reducir la evaporación debido a su menor superficie. Estas plantas también tienen capas gruesas de cera que les proporcionan una protección adicional y sus hojas tienen un tono plateado-grisáceo que refleja la luz del sol. Las suculentas, especialmente las variedades de Sedum, Kalanchoes y Aloes, son perfectas para adaptarse a la sequedad debido a que sus hojas almacenan agua.
Incluso plantas nativas al mediterráneo, como la Fragante lavanda, enredaderas como la hermosa dipladenia o el jazmín, y hierbas como el Romero, la Salvia y el Tomillo, prosperan de manera excepcional en lugares soleados y cálidos al ser autóctonas. Asimismo, las plantas originarias de las estepas y regiones secas, tales como la Gaura rosa, la Equinácea púrpura y el Cardo erizo, son opciones ideales. Sus raíces extensas les permiten mantenerse bien hidratadas incluso en períodos prolongados de sequía. Por supuesto, hay muchas más flores y plantas perennes hermosas que disfrutan del calor, entre ellas, el siempre querido Girasol. Puedes encontrar más inspiración sobre plantas altamente tolerantes al calor y la sequía en nuestro artículo de guía "10 plantas resistenes al calor".
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