Las camelias son plantas del género Camellia típicas de las mesas de cultivo y pueden alcanzar hasta 1 o 2 metros de altura. Necesitan un lugar claro o semisombreado, aire no demasiado seco y estar al resguardo de los rayos solares directos, excepto en invierno, al amanecer y al anochecer.

Colocación de las plantas:

Las camelias deben trasplantarse en un mantillo especial cada 2 o 3 años. Por ejemplo, se puede usar un mantillo para plantas acidófilas apropiado para las camelias, de pH bajo y que aporte los nutrientes necesarios.

Cuidar adecuadamente

Cuidados de las camelias

Riego:

Utiliza agua descalcificada o agua de lluvia recuperada en barricas o depósitos. Por lo general, un agua potable demasiado fría para estas plantas puede causar el debilitamiento de las raíces y la caída de las hojas. Asegúrate de mantener el suelo húmedo en todo momento. Un suelo anegado puede dar lugar a la podredumbre de las raíces, la cual se puede propagar rápidamente al tallo. Reduce el riego cuando aparezcan los primeros botones (hacia finales de julio). A partir de ese momento, riega de forma muy parsimoniosa, pero sin dejar que la tierra se seque totalmente.

Fertilización:

Solo fertiliza las plantas después de la floración. Se aconseja abonar las plantas 1 o 2 veces por semana con un abono líquido especial para plantas acidófilas. Tras la formación de los nuevos brotes, cesa de abonar hasta la primavera siguiente.

Poda:

Para que se forme la camelia, corta cuidadosamente los tallos después de la floración, pero sin podar el tallo principal.

Medidas que adoptar en invierno:

Traslada tus camelias a un lugar claro y al resguardo de las heladas para que pasen el invierno. No obstante, es recomendable dejar las plantas en el exterior el mayor tiempo posible para favorecer la maduración de los botones. La temperatura ideal para pasar el periodo de invierno es de 3 a 5 ºC, pero en ningún caso superior a 12 ºC. A medida que los días se alargan, se pueden trasladar las plantas a un lugar más cálido, pero sin que la temperatura sobrepase los 15 ºC, ya que entraña el riesgo de la caída de los botones. A partir de marzo, las camelias vuelven a apreciar las temperaturas cálidas.

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