Características
Cuidados
Periodo de florecimiento
Características
Plantar adecuadamente
Cultivo de los cardos
Es cada vez más frecuente observar cardos ornamentales embelleciendo los macizos de flores y los jardines rocosos. Nada más justo: la mayoría de las veces, estas resistentes plantas de fácil mantenimiento aguantan de forma excepcional las duras condiciones de la estación veraniega, cada vez más seca y calurosa. Una exposición a pleno sol no supone ningún problema para estas vivaces. ¿Tu jardín tiene un suelo pobre? Perfecto, es ideal para tus cardos. Por lo general, los cardos se desarrollan preferentemente en una tierra más bien arenosa, pedregosa y permeable. Además, el acebo de mar (Eryngium planum) y la carlina angélica (Carlina acaulis) necesitan un suelo calcáreo.
Ciertos cardos vivaces —como los cardos ornamentales o algunas especies del género Eryngium que renacen anualmente— suelen utilizarse de forma combinada en macizos en primavera, en otoño. Pero, además, hay otros cardos que son bienales. El verano es la temporada ideal para sembrarlos. Al comprarlos, ten en cuenta las diferentes alturas que pueden alcanzar los cardos. La carlina angélica es particularmente elegante en primer plano, mientras que el cardo yesquero (Echinops ritro) y el acebo de mar (Eryngium planum) resaltan perfectamente en segundo plano, a una buena distancia de los caminos. Planta los ejemplares de mayor tamaño observando una distancia entre plantas de 50 cm.
Además de lucir magníficamente en los macizos, las flores secas de los cardos permiten resaltar los ramos y las composiciones florales. Para secarlas y conservarlas, es necesario cortar los escapos florales (tallos desprovistos de hojas y con flores en el ápice) cuando las flores aún son botones y colocarlos boca abajo.
Cuidar adecuadamente
Cuidados de los cardos
Estas plantas expertas en sequía necesitan muy poca agua. Así pues, solo es necesario regarlas durante las primeras cuatro semanas de haberlas plantado. A partir de entonces, en condiciones climáticas normales, un riego semanal es más que suficiente. Los cardos suelen poner mala cara a los calores sofocantes propios del verano, por lo que es necesario regarlos más frecuentemente.
¿Te resulta prohibitivo abonar regularmente? ¡Buenas noticias! Una sola fertilización en primavera es suficiente para los cardos. Utiliza un abono líquido suave compuesto de nitrógeno, fósforo y potasio.
La mayoría de las especies de cardos son resistentes y no necesitan protección contra el frío. Sin embargo, durante el primer año de cultivo y por debajo de los -10 ºC, no está demás proteger el suelo de la zona de las raíces con, por ejemplo, ramas de abeto.
Son muchas las especies de cardos que se autosiembran satisfactoriamente. Para no tener que quitar las plántulas de un macizo una a una en primavera, te aconsejamos podar —después de la floración— los escapos florales que tanto gustan a las abejas y los abejorros. Además, promoverás un aumento de las flores. Justo antes del desarrollo endofítico de primavera, poda totalmente los cardos a ras del suelo.
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