Un año de jardinería exitosa, paso a paso
Tras un largo invierno, nos invade la nostalgia de pasar el tiempo al sol y al aire libre, y disfrutar del espectáculo que brindan las plantas de flor. Ciertamente, un arduo trabajo se hace necesario para recuperar un jardín de la cura adelgazante que han supuesto los meses de invierno: césped amarillento y parterres medio vacíos dominan el panorama hasta finales de primavera. Para que tu corazón de jardinero recupere rápidamente la alegría de ver un hermoso y verdísimo césped y espléndidas flores, lee este artículo para descubrir toda la información importante sobre la aplicación de fertilizantes en el césped, parterres y maceteros en primavera.
A continuación, cómo conseguir un hermoso manto verde
Por lo general, el césped ocupa una gran parte de nuestro jardín, por lo que es lo que más destaca. Si no ha sido fortalecido mediante una aplicación de fertilizante en otoño, seguramente presentará superficies desnudas, decoloraciones o musgo, especialmente si el invierno ha sido severo. Para que las gramíneas ornamentales puedan hacer frente a las malas hierbas y al musgo en primavera, es indispensable aplicar un fertilizante.
La base de nuevos desafíos
Antes de poder comenzar con nuevos cultivos hortícolas y ornamentales, es necesario preparar los parterres para los desafíos venideros. Los nutrientes cruciales para una cosecha abundante y un crecimiento sano de las plantas (como nitrógeno, fósforo, o potasio) fueron consumidos por las plantas durante la estación anterior o lavados hacia capas más profundas del suelo.
Los preparativos
Siempre recomendamos eliminar los restos que pueden ser foco de enfermedades o reservorios de plagas, es preferible por ello retirarlas. ). Primero retira todas las ramas y hojarasca presente en el terreno. Si el suelo es pesado y está muy asentado debido a un invierno muy lluvioso o si deseas crear un nuevo macizo, debes de esperar a que el terreno este en tempero, que tenga la cantidad optima de humedad que permita trabajarlo, en ese momento realizaremos las labores para mullir completamente el suelo. La idea es descompactar y aflojar el suelo, sin llegar a invertir las capas superficiales por las más profundas. Así conseguimos mejorar la aireación, y contribuir al drenaje pero al mismo tiempo, mejoramos la retención del agua y los nutrientes. Penetra lo más profundamente posible en el suelo a intervalos cortos haciendo uso de una pala y airea con precaución. También es posible que el musgo y las malas hierbas se hayan propagado después del invierno, por lo que habrá que proceder a su eliminación. Puedes utilizar si es necesario una azada o un pequeño motocultor mecánico para romper los terrenos y dejar el terreno lo más mullido posible.
La fertilización
Tras haber preparado el suelo, incorpora un abono en la capa superior de tu parterre. La utilización de compost, abono semilíquido o estiércol descompuesto impone una regla obligatoria: cuanto más tamizado esté el material, más rápida será su mineralización por parte de los microorganismos del suelo, lo que a su vez determinará la disponibilidad de nutrientes para las plantas.
La composición del compost es un factor decisivo en lo que concierne al aporte óptimo de nutrientes. Al incorporar una pila de compost, siempre asegúrate de equilibrar la mezcla de hojas, césped cortado, desechos de alimentos y otros residuos vegetales provenientes de parterres.
Hay alternativas ecológicas disponibles comercialmente en caso de que no cuentes con espacio suficiente en tu jardín para elaborar tu propio compost. Puedes elevar el contenido de materia orgánica y de nutrientes del suelo, aportando por ejemplo COMPO BIO Compost vegetal, o COMPO BIO Humus de lombriz. Si necesitas de efectos más inmediatos puede optar por abonos como COMPO BIO Abono orgánico universal y COMPO BIO Abono Azul, y además con una duración de hasta 8 semanas. También puede ser buen momento para realizar otro tipo de enmiendas. Si tienes un suelo particularmente ácido, puedes incorporarle cal para aumentar el pH y acondicionarlo para una futura siembra.
Renovación tras el reposo vegetativo que supone el invierno
Dejadas atrás las heladas, las plantas en cajoneras de cultivo o macetas que hayan pasado el invierno resguardas, ya sea mediante una protección o en una estancia fresca, podrán finalmente volver a respirar aire fresco y beneficiarse del sol. Sin embargo, en ciertas regiones, sigue existiendo el riesgo de heladas nocturnas hasta mayo. En caso de tener que dejar plantas no resistentes a la intemperie por la noche, prevé una protección consistente en una tela no tejida o un geotextil.
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